domingo, 11 de octubre de 2009

1,230 Sapos Besados, 0 Transformaciones, 2 Victimas y 1 par de Bermudas


-Oye Treme pero que atine teníamos de jóvenes.

-Que observadora te me has puesto. Porque crees que seguimos solas? El mal gusto era parte de en nuestro encanto.

-Hubieron buenas pescas no hay que pasarse.. Pero cuando llega el momento de hacer el consenso... Resulta bien triste.

-Cuantos recuerdos asaltan mi memoria! Te acuerdas de nuestra primera llamada para marcar territorio? jaja

-Algo como: "Alo, quien eres tu y que haces mandándole mensajes a mi ESPOSO". Que fuerte! Y lo peor era que ni nos enterábamos de la doble vida del muy zángano.

-Mechi! jaja... Te acuerdas del diseñador? El que te dio tu primer discurso de: En realidad estoy casado y tenemos una niña de 3 meses aunque las cosas no andan bien, la bebe no me deja acabar eso..."

-Hermana! El colmo del descaro. Yo me quería morir. Recuerdo haberle dicho, mientras tomaba mi bolso para irme: "No claro, entiendo, debe ser muy difícil pasar por el divorcio de tus padres a los tres meses, es una etapa ya de por si muy complicada."

-La que se quiso morir fui yo cuando vi "lo que era" me vendiste un sueño Mechi, si resulto ser un intento de hombre de cuatro pies; y el mejor detalle: LAS BERMUDAS. Esos pedazos de tela Arco iris. Te acuerdas como me indigne y te llame y te dije: "Mecha te lo mereces! Es mas que sabido que una nunca confía en un hombre en Bermudas.. Y ahora todo tiene sentido, si este dejo la Moral junto con los pantalones de hombre". Tú te reíste y yo te cerré para dejarle caer "accidentalmente" el libro de visitas en un pie. El dijo "Aush!" y yo pensé “sufre zángano" él lo notó y mantuvo distancia desde entonces.

-Siempre has sido una vengadora implacable Treme y poseedora de un gusto tan malo como el mío cabe agregar.

-No te me acalores Mechita que la diferencia entre tu yo, era el estado de conciencia, yo siempre sabia que me estaba comiendo un pescado en mal estado y llevaba mi Pepto-Bismol siempre conmigo. Tu, soñadora empedernida, de verdad esperabas algo de tu producto vencido. Además no importaba cuales eran sus circunstancias ambas sabíamos que, a final de cuentas, yo era aun menos conveniente para él que él para mí. Pero ahí andabas tu escuchando los galopes del caballo blanco, hasta que plaf! El príncipe si terminaba siendo azul... Pero de piel y más raro que un marciano.

-Te odio tanto. Espero que hayas disfrutado tu viaje al pasado, porque en el presente; no vas a encontrar quien te ayude a salir de esa faja. Hoy te jodes Trementina.

-Ay Mecha si andamos jodidas desde antes de pensar en usar fajas. Y tu ó me sacas de aquí ó te preparas a buscar la caja de dientes en los bolsillos del príncipe que te quedaste esperando.

-Cállate que oigo algo… No son esos Galopes?

-Pues claro que si Mechi… los del Alzhéimer.